Día Internacional contra el Cáncer del Mama. La Vida por delante

mujer luchadora Un beso muy grande y mucho ánimo a aquellas mujeres y sus familias, que han pasado o están pasando un cáncer de mama. En especial para Sol, y para Isabel.

Transcribo parte del reportaje, de Sol Alonso, publicado en 2010 en el suplemento YO DONA del periódico EL MUNDO:

mujer luchadora El 19 de octubre se celebra el Día lnternacional Contra el Cáncer del Mama, una enfermedad que en nuestro país se supera ya en un 90% de los casos. Sin embargo, una vez ganada la batalla, hay que seguir viviendo con normalidad. A ser posible, con pecho. YO DONA recoge el testimonio de tres mujeres que lo recuperaron. Y una de ellas lo cuenta en primera persona.

mujer luchadora ‘Tú del quirófano no sales sin tetas’, sentenció la doctora Rosa Alonso, mi prima y ginecóloga a partes iguales, buscando la mejor solución a mi diagnóstico, un cáncer no especialmente agresivo pero con alto riesgo de bilateralidad, exacto al que sufrió mi madre 30 años atrás. La frase, tan ilusionante como cómica, nos provocó una risa que disolvió parte del dramatismo. Conservar el pecho era muy arriesgado con mis antecedentes familiares y personales (también tuve cáncer de tiroides con 25 años). Lo mejor sería extirparme ambas mamas ante la posibilidad de una metástasis. Como ginecóloga, Rosa sabía que en la Clínica Montpellier de Zaragoza, el doctor Miguel Ángel Rodrigo Cucalón (www.clinicamontpellier.com) practicaba desde 1979 una avanzada técnica quirúrgica, complicada de explicar, que detalla en su libro Amputación-Reconstrucción Inmediata con Colgajos Miocutáneos en el cáncer de mama. Como especialista en Ginecología y Obstetricia en un centro público, Rosa también sabía que la Seguridad Social jamás me extirparía un pecho sano. En la primera cita con el cirujano en la clínica privada, entendí más o menos la intervención. Extirpar la mama afectada, limpiar los ganglios linfáticos, y reconstruir el pecho de inmediato, utilizando piel y músculo de mi espalda. Luego, mastectomía profiláctica (quitarse el otro pecho sano para evitar una recaída) en la otra mama. Así, dos semanas después entré en quirófano. En la antesala quedaron las fotos de mis antiguas mamas, que nunca he tenido ocasión de volver a ver. El mío es uno de los casi 800 casos que mi cirujano, a día de hoy, contabiliza con éxito. Al despertar de casi siete horas de sueño artificial, con el torso oprimido como si me hubieran enlatado, oí a mi prima contar que todo había ido bien. Acarició mi vendaje y dijo: ‘Toca con cuidado… Ahí están tus tetas nuevas’.

mujer luchadora De manera especial, otra vez el recuerdo de mi madre y su pecho sin más relieve que el de las dos cicatrices enfrentadas. ‘Bastante tengo con seguir viviendo’, debía pensar cada mañana al ajustar aquella extraña prótesis en la copa izquierda del sujetador para, una vez vestida, no pensar más de la cuenta en esa pesadilla que no se esfuma al despertar: tengo cáncer, qué será de mí, he perdido un pecho (cinco años después le extirparon el otro). Mi madre murió con sólo 52 años, tras una década de lucha contra una dolencia retorcida y terca, hoy por fortuna más cercada por la ciencia. Han pasado 30 años. En aquellos tiempos, el margen para negociar con la vida era escaso. De los 6.000 casos anuales que se detectan hoy en España, casi el 90% se cura. Pero la cruz es que sólo un 10% de las pacientes recuperamos el pecho inmediatamente, y un 20% tiempo después. Los números no fallan: apenas un 30% de las españolas mastectomizadas disfrutamos enteras y verdaderas de la segunda oportunidad que nos da la vida. En Estados Unidos y algunos países de Europa la cifra llega al 80%. ¿Por qué? Los doctores Antonio Martínez Murillo, del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Madrid Norte San Chinarro (entidad privada concertada con las principales sociedades médicas), y Ezequiel Rodríguez, presidente de la SECPRE. (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Repara y Estética) coinciden en que España cuenta con especialistas pero no los suficientes. Como además no suelen ejercer en hospitales considerados de poca entidad, muchas pacientes no son informadas de la posibilidad de reconstruirse tras una cirugía radical y menos aún de hacerlo en la misma operación.

Continúa….

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